En Perú, se tiene tanto para elegir que resulta difícil ponerse de acuerdo a que lugar ir, y es que, incluso los lugares más cercanos nos ponen en esa disyuntiva ¿A cuál voy? Estábamos con ese problemilla, pero le dimos una salida rápida. El lugar que ocupa este post es un espacio más que conocido, famoso en el Perú, es incluso una de sus 7 maravillas. Le había llegado el momento, íbamos a por ella, con todas las ganas de apreciar la belleza de sus formas, esculpidas por el paso del tiempo, el paraíso pétreo: EL BOSQUE DE PIEDRAS DE HUAYLLAY.
Aquí los datos:
- ¿Cuándo ir?
- Mejor temporada: abril a noviembre.
- Si quieres ir en temporada de lluvias (diciembre-marzo) es muy probable que la encuentres con harta neblina, las carreteras no estén en buenas condiciones o te agarre una lluvia tremenda.
- ¿Cómo llegar?
- Lima – Cerro de Pasco = 50 soles en bus de la empresa Raraz (precios más baratos los encuentras en la página de RedBus)
- Cerro de Pasco – Huayllay = 4 soles en colectivo en la Plaza de los Sombrero y Plaza Daniel Alcides Carrión.
Nota: la entrada cuesta 1 sol.
Comencemos!
Habíamos decidido ir a Cerro de Pasco, un lugar conocido por ser “tierra de machos y no de muchos”; denominación que enorgullese al poblador minero que resiste el duro trabajo en los socavones y el clima adverso de la altura. Una ciudad que alguna vez fue próspera y rica, pero que hoy figura como una de las ciudades más contaminadas y pobres; un claro ejemplo de lo perjudicial de la actividad minera no fiscalizada, cuando la corrupción y la desidia del gobierno permiten estos atentados. En fin, no quiero renegar!
Ni bien llegamos dispusimos tomar un colectivo hacia Huayllay, más rápidos no podíamos ser, con 4 soles (5 o más en feriados) llegas a la entrada del bosque de piedras. En el camino, el paisaje se torna algo desolador por momentos, verás lagunas contaminadas; y alentador en otros, por el bello paisaje de las alturas. Dos caras de la moneda bien diferenciadas.
Al fin, llegamos! una entrada con un letrero nos indica estamos en el lugar correcto. Al rato, un señor se acerca hacia nosotros para cobrarnos la entrada, 1 sol, es lo mismo que comprarse un boleto de lotería pero con la seguridad de que te has ganado el premio gordo. Te imaginarás a que me refiero ¿No? Pues al gran paisaje que verás!
En fin, desde el inicio verás las formaciones rocosas, es impresionante! estarás rodeado por ellas cual pobladores haciéndote “el chaku” para trasquilarte (mentira, no tanto). Bueno, vimos auquénidos y ovejas pastear cerca, siempre mimetizan con el lugar. Aquí las primeras fotos del lugar:
Seguimos y vimos a un perro … ¿un perro? oye causa!, yo siempre veo perros por todos lados. Tranquilo! hablo de un perro de piedra, una de las primeras formaciones rocosas que verás, acaríciale como lo hizo Yessy!
Realmente es el bosque de piedras más grande del mundo, por todos lados emergen figuras extrañas, algunas amorfas y otras con formas peculiares. Basta con decirte que tomamos tantas fotografias como pudimos (y siempre repitiéndolas), desde pequeños miradores hasta camas (o cunas) de piedra. Ojo! Ve siempre con cuidado, hay zonas que te llevan a abismos, una caída y chau mundo (o quizá unos cuantos huesos rotos).
La imagen que más nos sorprendió fue la Osa rezando, perfectamente delineada, no tenias que imaginar mucho para verla. Aproveché para tomarme algunas fotos emulando la figura, me faltaba un poco más de panza para emularla perfectamente. Vean:
Poco más cerca, a unos pasos verás al monolito, una figura que asemeja al famoso monolito Benett (de la cultura Tiahuanaco), sólo que no muy tallada. Me encantó esta figura, para verla tienes que ponerte desde cierta posición, sino te parecerá cualquier roca. Vean:
Lo siguiente a ver será el túnel, el mismo parece un gran arco de piedra, que mañas de la naturaleza para hacer estas cosas!. Desde ese mismo punto verás la corona del rey, una figura que asemeja una diadema con varias puntas, puedes colocarte esa corona en la cabeza, juega con la perspectiva (a nosotros no nos salió del todo).
En la misma ruta vimos al mariachi, la figura recuerda a un enano con el sombrero de mariachi, algo gracioso. Lo que viene es un campo abierto que te dirige hacia los grandes farallones, es una de las partes más monumentales del bosque, es impresionante la vista desde ese lugar.
Llegados a este punto tuvimos que regresar. Al final, el recorrido formaba una O que te devolvía al mismo lugar donde empezaste, en el camino vimos ovejas regresando al igual que nosotros (no descarriados), un bello paisaje, no me canso de repertirlo. Por cierto, en el camino hay charcos en los que puedes hundirte, algunos hasta parecen ciénagas, ten cuidado a la hora de caminar por esos lares.
Ahh! te habrás dado cuenta que el recorrido que hicimos fue muy pequeño, para llegar a otras figuras se necesitan horas de caminata; incluso las distancias entre las figuras más conocidas son de algunos kilómetros, por eso las personas van con movilidad propia (no fue nuestro caso). Es también por eso que puse de título Huayllay I, habrá una segunda parte ya que pensamos volver, atento!
Recomendaciones:
- Llevar ropa de abrigo e impermeable, en la zona corren vientos fuertes.
- Llevar bloqueador, el sol es intenso en la mañana, sobretodo a mediodía.
- Recomienda este lugar, impulsa el turismo.
Hasta aquí el post, hasta pronto viajeros!
Pdta: Si te gustó el post, comparte! Te estaré muy agradecido!
La vida en el camino 
Dejar un comentario